Como gerente de una empresa, o como director/a del departamento de RRHH, sabrá que todo lo relacionado con el horario laboral de las personas trabajadoras genera “tensiones” dentro de la empresa.
Por ello, son cada vez más las empresas que tratan de realizar los cambios necesarios para mejorar la satisfacción laboral de las personas que conforman la plantilla, centrando sus esfuerzos en hacerles sentir bien, y la flexibilidad horaria es una de las herramientas que puede resultar muy útil e interesante para que la empresa la implante y sea beneficiosa para las personas empleadas.
Muchas de las grandes empresas vienen utilizando esta fórmula como sistema para mejorar la calidad de vida de las personas, de hecho, hace ya muchos años que mi hermano, que trabaja en la farmacéutica Bayer en Barcelona me lo comentaba, tenía libertad de horario para entrar (en un margen de 2 horas), cumplir su horario y finalizar la jornada en función de su hora de entrada. Incluso si algún día no trabajaba alguna hora, la recuperaba en otro momento.
Actualmente, la libertad de horarios es ya una realidad en muchas empresas, especialmente las tecnológicas, pioneras en productividad e innovación. No obstante, esta medida se puede adaptar a un gran número de empresas y sectores, si bien otros, por su idiosincrasia, lo pueden tener algo más complicado.
La normativa de la flexibilidad horaria surge en la reforma laboral de 2012, concretamente en la Ley 3/2012, de 6 de julio, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral. Con ella se pretende incentivar la flexibilidad interna en la empresa como medida alternativa a la destrucción de empleo, si bien en la actualidad, se podría decir que es para mejorar la calidad de vida de las personas empleadas y así la empresa retener el talento.
Pero ¿De qué se trata la jornada laboral flexible?
Es fácil, la figura de la jornada laboral flexible trata de un modelo laboral en el que el horario de trabajo no se regula al estilo tradicional, con horas y entradas de salida concretas, sino que es un modelo laboral flexible, donde la persona trabajadora tiene la opción de tomar decisiones como el horario de entrada y salida, de acuerdo con la empresa y con el tipo de contrato que les una.
Esto no significa que se puedan trabajar ‘menos’ horas, sino que es la propia persona trabajadora quien las administra. No existe un único tipo de jornada laboral flexible.
Los más habituales serían los siguientes:
- Horario fijo de libre configuración. La persona trabajadora se planifica ella misma sus horas de entrada y de salida, pero este horario debe ser el que use todos los días de la semana. Eventualmente, podrá cambiarse (por ejemplo, en verano, o por cualquier otra razón), pero en principio se respeta esa configuración que eligió la persona trabajadora. Ejemplo, una persona elige entrar todos los días a las 8:00 h y otra persona de la misma empresa, incluso del mismo departamento, elige entrar a las 10:00 h. Obviamente, esta última, saldrá 2 horas más tarde que la primera.
- Horario flexible abierto. Es un contrato flexible en el cual la persona empleada puede compensar horas de trabajo de un día a otro. Permite más ‘juego’ en la configuración del horario, que se puede cambiar de un día para otro, moviendo las horas como si fueran ‘fichas’ dentro de los días de la semana, siempre que al final se cumplan las cuarenta horas semanales pactadas. Ejemplo, se produce la reducción de la jornada laboral de 8 horas a 7 en un día concreto y, al día siguiente, se realiza una jornada de 9 horas.
- Horario flexible total. Aquí es la persona trabajadora quien se organiza las horas sin tener que rendir cuentas a nadie. Se confía plenamente en su responsabilidad y capacidad para cumplir con sus obligaciones y carga de trabajo sin que esta sea regida por un control temporal. Tanto ella como la empresa irán calibrando si los proyectos que se le asignan corresponden a una jornada convencional de trabajo o si, por el contrario, es necesario reducir o aumentar dicha carga. Este es el ejemplo más abierto de jornada laboral flexible. En este caso no existen horas estipuladas ya que, generalmente, se trabaja por objetivos. El trabajador ajusta sus horarios laborales en función de cumplir esos objetivos que habitualmente tendrán unos plazos determinados. Esta fórmula es muy habitual en el trabajo deslocalizado pero también está llegando con fuerza a las pymes, ya que aporta algunos beneficios muy interesantes.
Ventajas de la flexibilidad horaria para las empresas
Este modelo de organización del trabajo tiene numerosas ventajas en términos de flexibilidad laboral tanto para la empresa como para la persona empleada. Entre ellas destacamos:
Ventajas de la flexibilidad laboral | Beneficios para la empresa |
Mejora la calidad de vida de las personas trabajadoras. | Actitud positiva y proactiva de las personas trabajadoras, mejor ambiente de trabajo. |
Mejora la conciliación entre la vida personal y laboral. | Satisfacción de las personas empleadas y mejora del rendimiento. |
Contribución a la igualdad entre hombres y mujeres | Reducción del absentismo laboral no planificado. |
Reducción del estrés. | Las personas empleadas pueden realizar la tarea de forma más efectiva y focalizada. |
Atracción del talento. | Mejora la imagen de marca, mayor reputación empresarial. |
Aumento de la productividad. | Mayor productividad y motivación de las personas empleadas. |
Mejor gestión del tiempo personal y laboral. | Incremento de la competitividad. |
Más motivación, satisfacción y bienestar personal y laboral. |
Se incrementan las habilidades laborales en las personas trabajadoras, más responsables, maduras y proactivas. |
Para implementar un sistema de jornada laboral flexible, lo primero que debe hacer la empresa es ver qué señala el convenio colectivo de aplicación, puesto que puede ser que esté regulado de alguna manera.
Desde un punto de vista práctico, en la actualidad existen múltiples herramientas de control de horario que pueden ayudar a supervisar que se cumplen las horas estipuladas por contrato y/o acuerdo. Las empresas pueden dar esa libertad a la persona trabajadora para determinar el horario, pero no deben renunciar a cierto control.
¿Qué piensan las personas trabajadoras de esta posibilidad de jornada laboral flexible?
Según el informe Randstad Workmonitor 2023, que recoge la voz de 35.000 personas trabajadoras de todo el mundo, un 61% de las personas encuestadas no aceptaría un trabajo si pensara que puede afectar negativamente a la conciliación de la vida laboral y personal.
El informe concluye que, más allá de la seguridad económica de un empleo y una remuneración estables, la flexibilidad horaria sigue siendo una ventaja muy importante.
Como puede ver, el mundo de las relaciones laborales cambia de manera constante, y las empresas, independientemente del tamaño o del sector al que pertenezcan, deben establecer los mecanismos necesarios para ganar en competitividad empresarial.
Javier Artacho Reboso
Socio-Director
Responsable Área Laboral