Bueno, yo lo que le digo a mis alumnos del PROGRAMA V.E.R. y a los clientes que nos contratan la consultoría estratégica es que la estrategia es la forma en que una empresa va del punto A al punto B, la forma en que transita de una situación a otra haciéndolo de forma efectiva, es decir, buscando la mayor eficiencia y eficacia. Y en ese tránsito debe entrar en juego la creatividad, la innovación, el análisis de tendencias y la capacidad de vislumbrar las ventajas competitivas sobre las empresas de la competencia en el mercado.
La estrategia es un puente que nos permite ir de una orilla a la otra. Algunos puentes son más largos y otros más cortos, algunos puentes son más estables y otros son inestables, pero en todos los puentes hay que utilizar las tácticas que sean necesarias para lograr alcanzar las metas que nos llevarán al preciado objetivo que está en la otra orilla.
La buena estrategia es el juego de jugar a los negocios y ganar, pero en este juego las reglas las impone permanentemente el mercado y con lo cambiante que es el mercado imagínate lo que tienes que cambiar la estrategia para jugar y ganar.
La estrategia permite escoger las mejores opciones y poner foco en ellas.
Además de la estrategia, tenemos que contar con la planificación estratégica que es la que pone negro sobre blanco en la estrategia ya que determina los objetivos estratégicos a alcanzar, formulando planes e iniciativas a poner en marcha para conseguir esos objetivos en un tiempo concreto y con personas responsables de activar dichos planes bajo un presupuesto y un seguimiento para su cumplimiento.
Lo más sorprendente es que la mayoría de las personas empresarias saben gran parte de lo que tienen que hacer para alcanzar el estado que desean en su empresa, pero no lo hacen…
Y en la mayoría de las ocasiones no lo hacen sencillamente porque no saben cómo hacerlo, no saben cómo gestionar estratégicamente y con éxito, a largo plazo, su empresa para llevarla al futuro.
Pero el método existe o los métodos existen pero “hay que ponerse”.
Sí, el día a día es muy duro.
Sí, las urgencias no dejan avanzar a las empresas en lo importante.
Sí, muchas veces las personas en las empresas necesitan estar ocupadas (en asuntos irrelevantes) y justificar lo injustificable.
Sí, como dijo Peter Drucker, la cultura se come a la estrategia en el desayuno.
Si las empresas quieren ser competitivas…
Si las empresas quieren convertirse en lo que pueden convertirse…
Si las empresas quieren ganar dinero y ser rentables…
Entonces deben tener una estrategia y tienen que poner en marcha un plan estratégico.
Hay que abandonar la gestión de la empresa como algo solamente operativo utilizando la intuición estratégica y utilizando, de verdad, la estrategia para provocar verdaderos cambios que marquen la diferencia.
Si comparamos la situación de la gestión empresarial sin considerar la estrategia con el dominó sería similar a la situación que se produce cuando los jugadores simplemente tiran sus fichas a la mesa de juego cuando coinciden con los números de las fichas de dicha mesa pero sin hacer un ejercicio adecuado del cálculo respecto a las fichas que otros jugadores deben tener, en función del número total de fichas, números e información procedente de las tiradas anteriores (verdadero ejercicio estratégico).
Una empresa podría sobrevivir sin enfoque estratégico solamente si el resto de las empresas de la competencia también siguen el mismo planteamiento de gestión, pero perderá la partida en el mercado cuando el resto de las empresas apuestan por un enfoque estratégico de sus planteamientos y de su gestión.
Hoy gestionar operativamente una empresa, gestionar sólo los problemas del día a día sin tener una estrategia, sin tener un plan, sin pensar, ni mirar al futuro, es apostar por un fracaso seguro.
José Ángel Morales Medrano
Socio-Fundador