La magnífica ponencia sobre el Diagnóstico del Mercado Laboral fue expuesta de forma magistral por D. Iñigo Sagardoy de Simón, Presidente de Sagardoy Abogados, que considera urgente y fundamental la reforma laboral, pero que ésta debe basarse en la estabilidad del empleo y de las empresas, en la conciencia social y en la flexiseguridad entendida como dar más facilidades al empresario para que desarrolle su actividad y, a la vez, que también se protejan los derechos de los trabajadores, expresando que es necesario un cambio de modelo laboral que debería pivotar en torno a una serie de ejes:
Primero, es necesario implantar una nueva cultura laboral, basada en menos confrontación y más y nuevas formas de cooperar. Expuso la necesidad de un nuevo modelo normativo que tendría que estar sustentado en la empresa real y actual, en empresa global del siglo XXI y no en un obsoleto modelo de hace décadas. Hay que apostar por un cambio de mentalidad, con un nuevo mensaje laboral en todos los ámbitos: empresarial, político y sindical, con una clara vocación de espíritu Reformista.
Segundo, son necesarias nuevas formas de contratación laboral, ya que el contrato debe servir para asegurar la estabilidad del empleo y de la empresa y, para ello, se precisan nuevos instrumentos de contratación. El foco debe estar puesto en el contrato y no en el despido como ha venido siendo hasta el momento.
Tercero, es imprescindible una nueva formación. Nuestro futuro es la Economía del Conocimiento en la que, de hecho, ya estamos totalmente instalados, trabajos con alta cualificación que nos permitan competir con otros países. Por tanto, la formación debe emprenderse, de forma continua, como derecho básico del trabajador pero con la búsqueda de un objetivo de crear un país de futuro claro.
Cuarto, necesitamos una nueva flexibilidad. La empresa es tan cambiante como su entorno. Hay que evitar que el despido sea el primer mecanismo a utilizar para la adaptación a ese cambio. La ley laboral tiene la responsabilidad de no obstaculizar esa ineludible necesidad, y el convenio colectivo es una pieza fundamental.
Quinto, nueva productividad. Esta es la clave de la competitividad y de la mejora de nuestra maltrecha situación económica. Este concepto, el de “productividad”, debe ser un objetivo primordial en cualquier reforma del mercado de trabajo; los mecanismos de estímulo de la productividad de nuestros trabajadores y de nuestras empresas deben ser el frontispicio de cualquier regulación o reforma que se adopte en el ámbito de las relaciones laborales.